Page 46 - De muchos sentimientos
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Madre mía
Me meciste en la cuna de pequeño
me arrullaste en tu regazo hasta dormir,
si enfermaba, cuidabas de mi sueño
y nunca, nunca, nunca, te importó sufrir.
Recuerdo que siempre sonreías
al verme jugar muy divertido,
cantando aquellas melodías
que hoy son para mí, lo más querido.
Por las noches, con regocijo pensaba
con el tiempo, cumpliré tu fiel anhelo,
me verás triunfar, me ilusionaba
orgullosa verte, en premio a tu desvelo.
Hoy los años marcan mi destino
el niño juguetón, más, ya no salta,
ya es un hombre que busca en su camino
la dicha y el amor, que te hizo falta.
Por siempre serás, ejemplo de grandeza
mujer santa, divina, llena de ternura,
en el mundo nada iguala la entereza
que surge palpitante, de tu alma pura.
Cuando el tiempo agote tu sendero
lloraré sin cesar, mi desventura,
y mi pecho sufrirá, cual pordiosero
que añora los ayeres..., de dulzura.
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