Page 32 - Un mosaico de poesía para la educación
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Recordándote




                         Qué dolor hoy he sentido, al mirarte cómo vives
                      tristeza invade mi alma, al escuchar cómo te expresas,
                         destrozas mi corazón, al saber cómo te exhibes
                        pero sobre todo lloro, pues por mí ya nunca rezas.


                         Papá siempre decía, es mi orgullo, es mi sangre
                        y por lo bien educado, ha de ser buen ciudadano,
                      brindándonos la mano y mitigar nuestra sed y hambre
                       y caminará por senderos, ayudando al ser humano.

                      Si supiera lo que has hecho, y cómo tú lo conseguiste
                     si nada más te observará, con qué crueldad ahora actúas
                        que olvidaste los principios, y la dignidad perdiste
                     seguro que otra vez moría, con el corazón lleno de púas.


                         Resuenan en mis oídos, millones de maldiciones
                       de todas aquellas gentes, que indujiste a perdiciones
                        que te ofrecieron la mano y pagaste con traiciones
                        robando lo mas preciado, en aras de tus pasiones.


                        Bendigo a Dios y a la vida, que lo alejó de tu lado
                       llevándolo al paraíso con el ser que más ha amado,
                         y no ver cómo te degradas, cada día en tu pecado
                     manchando y eliminando a quien tanto te ha estorbado.


                      Pero no importa hermano, dónde estés ha de cuidarte
                         e intercederá con Dios, para poder perdonarte
                           rogando, que estés con él, como de infante
                      protegiéndote de las travesuras, que nunca imaginaste.











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