Page 24 - Martingala Nocturna
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Inefable
En dónde quedó el espíritu de lucha por la sangre,
aquella promesa que aún musitas,
logrando hacer de ella un lema.
¡Pedí justicia!
La que aprendí de ti.
Violentas el hecho
ahogando las ansias en el fango,
no en la distancia,
sino en el proceder de tus actos.
Te escudas en Dios, padre todo poderoso.
¿Esperas perdón? ¿De quién?
Si sólo cuentan avaricia y rencor.
En cambio, asumo el hecho.
en el acontecer de las circunstancias,
en el acto divino…
Yo no espero…, compartir la mesa
con mi hermana mayor.
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