Page 15 - Un docente preSNTE
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Pensaba, trataba de imaginar cómo sería mi vida ahora, después de
trabajar en una empresa de licitaciones por más de 5 años, y ahora
dejar eso por una plaza de docente. Aún me preguntaba si realmente
fue la decisión correcta: licitaciones, estudiantes; iniciativa privada,
sector público; estar cotizando ahora el pupitre, pizarrón, libros y
adolescentes.
Con eso en la cabeza me encaminé a mi nuevo destino, aún no
llegaba y ya sentía que me sudaban las manos.
Llegué después de más de una hora de viaje en el colectivo que sale
de las oficinas del IEBE, a la hora del descanso, supongo, pues había
muchos jóvenes en el patio platicando, desayunando, algunos con
sus teléfonos celulares.
—Buen día.
—Buenos días.
—¿La oficina del director?
—¿Sí?, ¿dígame?, ¿qué se le ofrece?
—Buen día, vengo del IEBE traigo unas ordenes de presentación
para esta escuela.
—¡Ah!, ¿así que es el nuevo maestro?, pásale mano, mira, avanzas
por ese pasillo, el de los salones que están divididos por la
escalera; abajo del último está la dirección, ahí te atienden.
—Gracias, qué amable.
El bullicio de los chicos era mayor que al observarlos desde afuera
de la barda a través de la malla ciclónica, caminé tratando de ocultar
mi nerviosismo y llegué a la oficina señalada.
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