Page 69 - Preludio los días de mi juventud
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Capítulo XIV
La humildad precede a la gloria
El 16 de julio de 1950, tuvo lugar la final del Campeonato Mundial
de Fútbol en Río de Janeiro (Brasil). Se enfrentaba la selección local
como amplia favorita ante el aguerrido equipo de Uruguay, que saltó
al campo con todos los pronósticos en contra. El estadio Maracaná
estaba repleto, 173,850 espectadores miraban ansiosos el juego.
Durante el primer tiempo, Brasil ahogó a su rival tratando de
liquidar la contienda lo antes posible, pero el gol no llegó. Apenas
iniciado el segundo tiempo, Friaca puso por delante al equipo
Brasileño. ¡Los locales acariciaban la copa!, pensaban que sólo era
cuestión de tiempo para que las cosas sucedieran de manera lógica.
Sin embargo, no contaban con la garra charrúa. En el minuto 66,
Juan Alberto Schiaffino empató el partido, la preocupación invadió
las gradas; pero lo peor vino 13 minutos después, cuando Alcides
Ghiggia adelantó a Uruguay y lo encaminó hacia el campeonato. El
estadio enmudeció, ¡nadie lo podía creer!
En el juego de la vida todos tenemos las mismas oportunidades; por
eso, hoy es tiempo de que empieces a construir tu historia de éxito.
Las siguientes pautas te pueden servir para enfrentar tus desafíos:
1. Nunca te derrumbes antes del inicio del partido.
En el juego de la vida, esto es fatal.
2. No hagas caso a los cacareos de quienes predicen tu fracaso,
aunque sean grandes analistas y especialistas.
3. No te distraigas de tus responsabilidades, tú a lo tuyo.
Deja que los demás hablen.
4. No esperes un buen arbitraje en tu vida.
Mejor prepárate para superar cualquier tipo de circunstancia
adversa. Los lamentos no ayudan a nadie.
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