Page 65 - Preludio los días de mi juventud
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Capítulo XII
Construcción de la cancha de baloncesto
En toda escuela con internado, la práctica de los deportes es
una disciplina que tiene a la población escolar activa, y ayuda en el
control de sus emociones.
El director de la escuela nos presentó la siguiente propuesta: construir
una cancha de baloncesto en el tramo denominado Las Jacarandas, a
un lado del comedor; dijo que todo el material lo aportaría la escuela,
pero la mano de obra correría por nuestra cuenta, dicho de otra
manera, los alumnos del segundo año de secundaria cargarían con
ese paquete, nos quedó claro el propósito, aceptamos la propuesta y
de inmediato pusimos manos a la obra.
No queriendo afectar el horario de clases, optamos por acarrear la
tierra que serviría de relleno donde se construiría la cancha, hacer
el trabajo por las noches en el camión de redilas apodado El Pebeco,
organizados en equipos y bien distribuidos, íbamos por ese material
que estaba a 15 kilómetros de la escuela.
Teníamos como maestro a un ingeniero petrolero y topógrafo a la
vez, egresado del Instituto Politécnico Nacional, quien se ofreció
a hacer el diseño de la cancha bajo la supervisión del profesor de
educación física. Llegó la maquinaria pesada, entramos en acción,
hubo movimiento por todos lados, y meses después estrenamos
cancha nueva de baloncesto con alumbrado nocturno, tableros
y pintura nueva. Con las dos canchas de básquetbol, el maestro
de educación física, programó torneos intramuros, lanzaba la
convocatoria y en uno de los puntos especificaba que los equipos
participantes debían presentarse uniformados en el desfile previo
al acto inaugural; antes de tomarles la protesta deportiva, se veían
los equipos bien presentados, dándole al evento un colorido y un
realce de mucho ambiente juvenil; invitábamos como padrinos, a
los maestros y maestras de la escuela, y también a sus hijas; todo
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