Page 97 - Preludio los días de mi juventud
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Después de dos días de permanencia en Chichén Itzá, preparamos
el regreso a nuestro lugar de origen. Hicimos el mismo recorrido
hasta Coatzacoalcos, Veracruz. De ahí seguimos por la carretera
que va al Istmo de Tehuantepec con miras de llegar a la capital de
Oaxaca, atravesamos la sierra, llegamos a Juchitán, allí conocimos
a las tehuanas ataviadas con sus hermosos vestidos bordados, sus
aretes chinescos y sus rodetes típicos de esa región.
Continuamos hacia el centro del estado, después de varias horas de
camino, llegamos a la ciudad capital, nos instalamos e hicimos el
recorrido que hacen los turistas para visitar los lugares de mayor
trascendencia histórica. Visitamos Monte Albán, Mitla, el milenario
árbol del tule y el centro histórico de esta ciudad capital.
El guía de turista nos explicó que en Mitla se construyeron algunos
de los palacios más elegantes del México antiguo.
Después de permanecer una noche y parte del otro día, salimos de
la capital oaxaqueña rumbo a la ciudad de Puebla. El recorrido duró
varias horas hasta que los choferes dijeron estamos entrando a la
ciudad de los camotes, estacionaron el autobús casi en el centro de
la ciudad, nos dieron tiempo para visitar la catedral, el mercado
central y el Fuerte de Loreto y Guadalupe, donde se desarrolló la
Batalla del 5 de Mayo de 1862.
Visitamos las tiendas de dulces donde probamos los ricos rompopes
y vinos de mesa; en uno de los restaurantes comimos los famosos
chiles enogada, el chocolate Abuelita y el rico pan.
Antes de salir de la Angelópolis compramos camotes para llevar de
recuerdos y compartirlos con otros compañeros a nuestra llegada.
Subimos al autobús, el chofer encendió el motor y tomamos
la carretera México-Puebla, pasamos cerca de los volcanes
Iztaccíhuatl y Popocatépetl, llegamos a la Ciudad de México
a la media noche, el chofer detuvo el autobús en una gasolinera,
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