Page 36 - Cuentos rimados para niños mimados
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Por ejemplo decía ¿Qué?,
para algo preguntar,
y siempre un ¡No!,
era su forma de contestar.
Un día las otras palabras
lo empezaron a molestar,
se burlaban de su estilo
que tenía al expresar.
—¿Con qué tan pocas sílabas
pretendes conversar?
—Dijeron todas riendo
una tras otra, sin parar.
Monosílabo enojado,
pronto echó a andar un plan,
—Comeré sopa de letras
para más sílabas agregar.
De tanta sopa ingerida
el muy pillo se indigestó,
y con una inflada barriga
muy enfermo amaneció.
No podía casi hablar
lo llevaron al doctor.
Solamente repetía
—¡Ma, me, mi, mu, mo!
—Se tomará este jarabe.
—Dijo el médico de turno.
—Hablantrol por la mañana,
junto con el desayuno.
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