Page 65 - Un mosaico de poesía para la educación
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Todo animal andaría, en la más plena libertad
y todos los tratarían, como San Francisco enseñó
dándoles su comida y obsequiándoles amistad
en fin, les daremos todo, como Cristo nos lo dio.
Un político cumpliría, lo que siempre proclamó
y nunca se robaría, lo que el pueblo le entregó,
serviría siempre atento y con sublime vocación
a todo el que lo requiera, en un tiempo y situación.
Todo lo que se extraviara, no importando su valor
lucharán los que lo hallarán, perdiendo tiempo y razón,
pues su grande encomienda, de entusiasmo y de clamor
será encontrar a los dueños, inmersos en aflicción.
Dirán todas sus verdades, sin ninguna equivocación
y confesarán en parejas como símbolo de unión,
que han cometido adulterio, con nombre y con dirección
pues están arrepentidos y no quieren excomunión.
Cuidarán a los ancianos, dándoles prioridad
para decidir las obras, que se van a ejecutar,
y serán ajusticiados, los que, con saña y maldad
ofendieron y dañaron a quien la vida les supo dar.
A todo aquel que haga daño, el otro siempre lo va a amar
y el odio y la venganza, se tendrán que erradicar,
y no habrá ningún delito, que perseguir o condenar
pues todo el que lo cometa, solo se va a entregar.
¿Quién me grita tan fuerte, sin motivo y sin razón?
¿Por qué me han dado de palos, qué delito realicé?
¿Será porque ayer, borracho, cometí está aberración?
Pues a mi hijita querida, la vida yo le quité.
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