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Capítulo XXXIX
                              ¡Cuidado con la discriminación!



               Mario Vargas  Llosa, el lúcido escritor peruano, describe las
            brutalidades del colonialismo durante finales del siglo XIX y
            principios del XX en El sueño del celta. El personaje principal, Roger
            Casemet, decide partir a África para colaborar en el progreso y el
            avance de estas tierras, convencido de que occidente está llamado a
            compartir su desarrollo con las regiones más atrasadas del planeta.


            Sin embargo, con el paso de los años se da cuenta de una realidad
            muy distinta. El brillante literato deja ver cómo una ideología radical
            puede  conducir  seres civilizados a realizar actos de barbarie en
            contra de pueblos con costumbres diferentes.


            Visité el museo del Holocausto de Dallas (EEUU) hace un tiempo.
            El  lugar  es  pequeño  pero  muy  significativo.  Ahí  se  narra  cómo
            disidentes políticos, líderes religiosos, así como personas de cultura
            o antecedentes judíos, fueron llevados a campos de concentración
            –ubicados en diversas partes de Europa– para ser aniquilados por
            considerarlos un peligro para una supuesta raza superior, a saber,
            los arios.


            La experiencia es escalofriante; el museo exhibe desde objetos
            personales  que pertenecieron a víctimas  del  holocausto hasta
            un  vazón  donde  se  transportaron prisioneros a los campos de
            exterminio. ¿Cómo es posible que un ser civilizado justifique tal
            barbarie?, ¿en qué momento el cerebro pierde el sentido del respeto
            para dar lugar al salvajismo?, ¿hasta dónde se tiene que llegar para
            que la insensibilidad se apropie de las decisiones humanas?, ¿cómo se
            puede blindar la mente para cometer atrocidades de esa naturaleza?


            Cualquier ideología que nos conduzca a sentirnos superiores a
            los demás, está fuera de lugar. Lo anterior incluye las perspectivas
            políticas y religiosas. ¿Pero por qué es tan importante promover la




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