Page 143 - Preludio los días de mi juventud
P. 143
Capítulo XXXIX
¡Cuidado con la discriminación!
Mario Vargas Llosa, el lúcido escritor peruano, describe las
brutalidades del colonialismo durante finales del siglo XIX y
principios del XX en El sueño del celta. El personaje principal, Roger
Casemet, decide partir a África para colaborar en el progreso y el
avance de estas tierras, convencido de que occidente está llamado a
compartir su desarrollo con las regiones más atrasadas del planeta.
Sin embargo, con el paso de los años se da cuenta de una realidad
muy distinta. El brillante literato deja ver cómo una ideología radical
puede conducir seres civilizados a realizar actos de barbarie en
contra de pueblos con costumbres diferentes.
Visité el museo del Holocausto de Dallas (EEUU) hace un tiempo.
El lugar es pequeño pero muy significativo. Ahí se narra cómo
disidentes políticos, líderes religiosos, así como personas de cultura
o antecedentes judíos, fueron llevados a campos de concentración
–ubicados en diversas partes de Europa– para ser aniquilados por
considerarlos un peligro para una supuesta raza superior, a saber,
los arios.
La experiencia es escalofriante; el museo exhibe desde objetos
personales que pertenecieron a víctimas del holocausto hasta
un vazón donde se transportaron prisioneros a los campos de
exterminio. ¿Cómo es posible que un ser civilizado justifique tal
barbarie?, ¿en qué momento el cerebro pierde el sentido del respeto
para dar lugar al salvajismo?, ¿hasta dónde se tiene que llegar para
que la insensibilidad se apropie de las decisiones humanas?, ¿cómo se
puede blindar la mente para cometer atrocidades de esa naturaleza?
Cualquier ideología que nos conduzca a sentirnos superiores a
los demás, está fuera de lugar. Lo anterior incluye las perspectivas
políticas y religiosas. ¿Pero por qué es tan importante promover la
141

