Page 45 - El Sembrador de esperazas
P. 45
Camino no rápido
(Vivamos)
Los espero a todos en mi cumpleaños, no quiero que falte nadie,
así nos dijo a cada uno de sus hijos, mi padre. De sólo acordarme se
me hace un nudo en la garganta, y sí, así fue.
Todos estuvimos. Hasta las cuñadas y cuñados, estuvieron con
sus reservas de escuchar el mismo cuento de mi padre. Ese día,
siempre se lucía, contando un cuento; con la edad encima, empezó
a contar el mismo, de tal manera que algunos invitados que no eran
de la familia se retiraban. Yo observaba a mi papá y veía cómo se le
extinguía la vida, pero jamás el buen humor.
¿Alguno es piloto de automóvil de carreras?, ¿entonces por qué se
quieren tragar la vida? —Lo dijo con una emoción, como si fuera su
último discurso…, y sí lo fue.
Todos movimos nuestra cabeza en señal negativa, y por vez primera
vimos la sabiduría que da la edad, quizás si supiéramos valorarla,
querríamos más a los sabios, para no decir “viejos”.
¡Disfruten su vida, en la medida que puedan, tómense su tiempo!
Elijan su destino, caminen su vida, disfrutando de ella. Los caminos
que se caminan bien, siempre presentan belleza, amor y verdad, la
vida no es una carrera para ver quién llega primero a la meta, ni
es una competencia, es una oportunidad para hacerse útil, es un
espacio-tiempo para podernos ayudar. No elijan caminos cortos y
rápidos. ¡Elijan caminos buenos!
En esa ocasión no repitió el cuento, nos hizo ver que todo camino es
bello y bueno. Mi padre esa tarde como lo había hecho en muchas
ocasiones, nos cautivó con su mensaje.
43

