Page 56 - Cuatro tres historias de amor
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dejar a su hijo sin su madre llevándola sólo a ella. Pero, ahora le
prometió estaría en comunicación para saber sobre el bienestar del
bebé. “¿No quieres formar una familia con nosotros?”, le preguntó
Sara con lágrimas en los ojos, Jaime, la vio y le contestó: “aún no es
el momento, pero, hoy en la noche te espero donde siempre, ¿irás?”.
Ella, hizo un movimiento afirmativo con la cabeza.
Después de ese día, pasó casi un año para volver a saber de Jaime,
pero Sara vivió todo ese tiempo, atareada con la crianza del pequeño
Jaime y con los preparativos para recibir a su nuevo bebé, una niña
llamada Pamela. Hizo caso omiso a las habladurías sobre haber visto
a Jaime en pueblos cercanos, con otras mujeres; confiaba en que tal
vez ahora sí sería el tiempo para formar una familia con el amor de
su vida.
Cuando Pamela tenía cuatro meses, apareció el padre, y Sara,
nuevamente, lo recibió con los brazos abiertos. La pregunta se
repitió, ¿no quieres formar una familia con nosotros? La respuesta
fue la misma: “aún no es tiempo”. Al menos en esta ocasión, Jaime,
permaneció un tiempo visitando a los pequeños niños y a su joven
madre, siempre cuidando de no toparse con Juana o los hermanos de
la chica, pero, era un secreto a voces y la familia de la joven, fingía
que ignoraba la situación, pues sabían que cuando Sara quería algo,
no había nada que la persuadiera de ello. Después de tres meses,
Jaime volvió a desaparecer.
Entre la crianza de los dos niños y el nacimiento de la pequeña
Lucía, el tiempo pasó muy rápido. Sara tuvo noticias del regreso de
Jaime y mantenía la esperanza de que por fin había llegado el día
para formar una familia. Ahora, no sólo Juana, sino todo el pueblo,
sabía que la respuesta a la pregunta de la chica, sería exactamente
la misma.
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