Page 37 - El magisterio y la vida en verso y prosa

En cambio, como ejemplo, cuando él nos habla aquí de las gestas libertarias
de América Latina nos familiariza con la identidad de todos aquellos
hombres, quienes como Simón Bolívar, que independizó a Venezuela,
Nueva Granada, Ecuador y Perú, fundando además una nueva nación,
Bolivia, lo hizo con una tremenda escasez de recursos bélicos, con una tropa
con la ropa hecha girones y semidescalzos, en esos paisajes encrespados de
gélidas temperaturas, pero cada uno manteniendo firmes sus ideales de
libertad. Eran jóvenes y luchaban por su destino.

Es tan vívida su prosa, sus relatos, tan auténticamente humanos, que induce
a los niños y jóvenes a la reflexión, sobre todo cuando les dice: “La libertad
es el derecho que todo hombre tiene de ser honrado, y, a pensar y hablar”.

Sin hipocresía.

“Un hombre que oculta lo que piensa o no se atreve a decir lo que piensa,
no es un hombre honrado. Un hombre que obedece a un mal gobierno,
sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honrado. Un
niño, desde que aprende a pensar, debe trabajar para que sean honrados
todos los hombres...”.

Como podemos percibir, él maneja el término honrado, en su concepto de
honradez, probidad, y no de recibir honores.

Una persona es honorable, en la medida que sea honrado.

Concluye el relato de las hazañas de Bolívar, haciendo notar que el prócer
murió en la pobreza, hospedado por amistad en casa de un español, en
Santa Marta, pero dejando como legado a América del Sur una familia de
pueblos libres.

Con la misma pasión habla de Hidalgo y su obra libertaria, de sus ideales
y también de su sangrienta muerte.

Describe al pueblo de México como una tierra de mujeres y hombres
valientes, con derecho a la libertad.

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