Page 51 - Un docente preSNTE
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—Qué mal..., pobre. ¿Y la nota?, ¿es cierto eso?
—Sí, le dispararon en la cabeza y le pusieron una nota que decía
que lo mataron por jodido. Parece ser que después de pagar
el libro sólo se quedó con 20 pesos. Ya no tomó transporte
para regresar a su casa. Por la zona donde lo encontraron, se
supone que regresaba caminando para no gastar ese dinero.
—Y todo por ese muchachito tonto que se cree mucho, más
le hubiese valido a Bernardo no comprarle nada, no era su
obligación, no tenía porqué hacerlo, como si fuera la gran cosa
el que…
En ese instante voltearon los dos profesores que hablaban y me
vieron, notaron que los estaba escuchando y al instante guardaron
silencio. Trataron de suavizar las cosas, de que no era culpa de nadie
la delincuencia desbordada, pero…, ¡fue mi culpa!, ¡mataron a mi
maestro por mi culpa!, ¡por ese estúpido libro!
Salí corriendo de la escuela, quería pedirle perdón de rodillas por lo
que había hecho, vagué y estuve en la calle hasta muy tarde, hasta
que una patrulla me encontró abajo de un puente y me llevó a casa.
Mi padre quería gritarme y regañarme, pero mamá no lo dejó, con
una seña le dijo que no era el momento. Mamá me abrazó y me besó,
revisó rápidamente que estuviera bien y luego, lloramos juntos, le
pedí perdón, le dije que yo no quería eso, que no era justo, que mi
maestro no se merecía eso, que..., si no hubiese..., mi culpa…, yo no
quería..., yo…
Ella me repetía una y otra vez que no era culpa de nadie. Mis
padres hablaron conmigo mucho tiempo, hasta la madrugada, esa
noche, le pedí a mi mamá si se podía quedar en mi habitación para
acompañarme. Me besó en la frente y dijo que toda la noche si así
lo quería. No supe a qué hora me quedé dormido, ni cuánto tiempo
transcurrió.
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