Page 56 - Un docente preSNTE

competencia nacional de oratoria. Algunos otros alumnos
participan en diferentes concursos de cuentos, narrativas,
ensayos y otras cuestiones propias de la materia. Sé que te
quedas más tiempo después de clase para apoyar a tus pupilos,
ya sea a éstos que menciono, o a aquellos que presentan rezago.
Brindas en tu escuela más de tu tiempo. Te felicito por ello.
Eso sí, para que veas, te hace sobresalir de los medios. Con
estas acciones, sí te pudiese decir que tu trabajo es destacado,
y, sin embargo, también te diré que nada de esto te ayuda, ni
te tomarán en cuenta para tu evaluación final de desempeño.

—¿Nada de eso cuenta o importa para la promoción vertical u
horizontal?

—No, ni es considerado por tus jefes de enseñanza que te revisan
periódicamente en las visitas áulicas. Mucho menos esperar
algún tipo de reconocimiento o retribución económica. ¿Acaso
te dieron algo del dinero que ganaron tus alumnos por lograr el
primer lugar en el ensayo juvenil o en el concurso de oratoria?

—No, la convocatoria mencionaba un premio en efectivo de
5,000 pesos en ambos casos para el alumno ganador, nada más.

—Es lo que te digo, todo esto, todo lo extra, es básicamente, y
como dicen, por amor al arte o a la causa.

—Entonces... ¿Dejo de participar en estas actividades?, ¿me
limito únicamente a mis clases y considero lo que me evalúan
y ya?

—Sinceramente, Gabriel, ¿lo harías?, ¿te quedarías sólo con eso?
No me respondas, te conozco y sé la respuesta. No, no podrías.
Es gente así lo que necesita la educación de nuestra nación,
docentes comprometidos y con ese amor por la enseñanza,
que estén enamorados de lo que hacen y den lo máximo,

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