Page 61 - Un docente preSNTE

Me miró sonriendo, entre la ingenuidad de la pregunta o lo inocente
de querer en ese momento descubrir el hilo negro y ser el salvador
de la educación de nuestra nación. Un nuevo sorbo, casi hasta
agotar la totalidad de su bebida. Me miró como buscando qué decir,
y señaló:

—Eso ya lo sabes, dar el máximo esfuerzo, dar resultados,
cumplir con lo que te toca y pide la parte directiva. Preparar
alumnos con ganas, interés, pasión y dar lo mejor de ti en
cada clase. Ocupándote de que aprendan y se enamoren de la
materia que cada quien imparte. Actualizarte periódicamente,
participar en cursos, realizar estudios de posgrado, cumplir
con las planeaciones de clase, incluir actividades lúdicas y
fomentar la creatividad e interés de los alumnos. Recuerda lo
importante, lo básico, la esencia de nuestra labor educativa:
retos, oportunidades para garantizar la calidad educativa,
para contribuir a una sociedad más justa e incluyente, donde
el docente sea un guía y facilitador; un aliado que ayude a
los alumnos a pensar por sí mismos, para poder moverse
y desarrollarse con seguridad y confianza en un mundo
cambiante y diverso, ser ciudadanos del mundo, capaces de
enfrentar y afrontar cualquier situación planteada más allá del
contexto escolar, ciudadanos del mundo por decirlo de algún
modo. En palabras simples, cumplir de manera comprometida
con la mejor y más noble de las profesiones: la docencia.

—¿Es eso posible realmente?

—¡Por supuesto que sí lo es!, depende de ti, lo que hagas, ¡el
ímpetu que tengas por tu trabajo, el interés para los jóvenes,
la manera cómo los conduzcas y los formes! Acuérdate,
ciudadanos, los mejores de nuestro país, con valores,
responsables e informados, para que ejerzan y defiendan sus
derechos, para ser partícipes de una vida social, económica y
política de México, que sean capaces de lograr su desarrollo
personal, laboral y familiar. Ahora dime, ¿esto lo trabajamos
en nuestras sesiones en los Consejos Técnicos Escolares?

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