Page 59 - Un docente preSNTE

como tú deben realizar un examen, pasar por un proceso de
prelación, adquirir derechos y volver a competir si desean
incremento de horas. Desconocen más allá del beneplácito de
contar con un empleo seguro prácticamente al terminar sus
estudios normalistas. Si lo querían o no, si era su vocación o
no, es lo de menos; aplicando el viejo dicho “aunque sea de
maestro”. Entraron en un medio con muchas ventajas, sin
arriesgar prácticamente nada. No tuvieron que pasar por las
dificultades y experiencias que me estás contando, por lo cual,
no lo valoran en su totalidad.

—Entonces, ¿por qué tanta queja?, ¿por qué decir y ese gran
malestar en contra de todo y nada?, ¿el Sindicato y la gente que
está ahí realmente son todo lo que dicen de ellos? Disculpe, lo
diga así, pero lo expresan con palabras mayores, algunas en
verdad ofensivas.

—Eso es más común y recurrente de lo que debería ser, muchas
de las ocasiones los compañeros se pueden quejar y decir,
pero, lo que es una realidad, es que, sin la intervención del
Sindicato, el que sea, no se tendrían tantos beneficios. ¿Tú
crees que la parte patronal pagaría gustosa aguinaldos,
vacaciones, compensación o cualquier otro concepto que
tenemos actualmente? Imagina el escenario de que un grupo
de compañeros decide renunciar al SNTE, lo hacen de manera
jurídica y dejan de ser sindicalizados, lo primero que pasaría es
que quedarían expuestos o indefensos ante un despido, pues no
tendrían ya la oportunidad de ser defendidos por la estructura
sindical; otro ejemplo, el bono del Día del Maestro, ¿a base de
qué se les otorgaría? Ese es un beneficio que tenemos y que no
se da a ninguna otra agrupación. Y así te puedo enumerar cada
uno de los beneficios que se han logrado a base de décadas de
lucha.

—Sí, entiendo esto que me dice, pues en la iniciativa privada no
se tienen estos beneficios, mucho menos de la manera como
se manifiesta en el magisterio.

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