Page 52 - Un docente preSNTE
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Cuando abrí los ojos otra vez, ya el sol estaba en todo lo alto. No
            me despertaron para ir a la escuela, ni siquiera me dejaron ir a
            su funeral. Después de eso... Ya no participé en las siguientes
            competencias, ni siquiera me importaba la escuela; perdí un año
            después de la secundaria, nada me interesaba y me sentía muy
            culpable por la muerte de mi maestro. Después, con el tiempo, la
            herida dolía menos; estudié una carrera técnica, empecé a trabajar
            en una empresa de licitaciones, quise... No sé…, rendirle culto...
            No sé…, y me inscribí en la escuela normal de este estado para ser
            maestro de español.


                —Y eso pasó Isaac. Llevo 10 años tratando de decirle esto a
                  alguien, y mira con quién lo hice al final. Supongo que estudiar
                  esta carrera, después de pasar un tiempo en una empresa que
                  me absorbía tanto, era para calmar el dolor que sentía. Me
                  costó mucho trabajo dominar mis propios demonios, vencer
                  el miedo de estar haciendo lo que mi maestro hizo. Nunca lo
                  mencioné a su familia, a nadie, creo que mis padres entienden
                  porqué estudié esta profesión y elegí este estado.


                —Ahora, en este, mi primer ciclo escolar, imparto clases contigo,
                  llegando a una instancia nacional. Reviviendo esos momentos,
                  son emociones encontradas, pero entiendo que no debo
                  torturarme por eso, o por lo menos lo intento.


                —Caray, no tenía idea, maestro. Gracias por la confianza y por
                  decirme.


                —Sí, no te preocupes. Gracias a ti por escucharme. Ahora, ve a
                  casa. Te deben estar esperando, ya es tarde.


                —Sí, hasta mañana, maestro, que descanse.

            Me quedé un rato más afuera de la escuela, pensando si realmente
            había sido mi culpa, si era posible haber cambiado algo. Y si con
            esto, lograba hacer algo por la memoria del maestro Bernardo.



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