Page 135 - Los objetos del poder
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Capítulo 8
                                        La búsqueda



               El rey de Magna, el gran Albus, ya estaba envejeciendo, comenzaba a
            sentir cómo todas sus tareas como monarca lo cansaban mucho, sentía que
            ya no cumplía al cien por ciento con todas sus responsabilidades, por estar
            siempre fatigado, Clorif lo ayudaba demasiado, pero también empezó a
            hacerse lento; Albus se dio cuenta que era el momento de heredar el trono,
            sentía mucho cariño por todos sus nietos, así que no se sentía conforme de
            heredar el reino solamente a uno de ellos, y dejar a los otros siete sin nada.


            Albus mandó llamar a su único hijo, y platicó con él la situación, Barto le
            dio una gran idea, algo parecido a un torneo, pero esta vez, el evento no
            sería a la vista de todos los pobladores; sino que los participantes deberían
            ir en la búsqueda de los objetos de poder, y el primero que regresara con
            uno de ellos, obtendría la fortuna de tomar el trono, intercambiando con
            su abuelo (osea contigo padre), el objeto de poder traído de tierras lejanas
            por el reinado de Magna.

            Esta idea le agradó bastante a Albus, el nieto o nieta que trajera primero
            ante sus manos una reliquia de poder, sería el nuevo rey de Magna, con
            esta enmienda, cada descendiente daría lo mejor de sí, y se ganaría el
            reino por sus propios méritos, no por ser el más querido por su abuelo,
            ya que eso le causaba gran angustia, y perdería con los demás nietos su
            reputación.


            Los apacibles hijos de Barto cumplieron sus 20 años, misma edad en la que
            el ahora emperador y líder supremo de la gran alianza de pueblos, ciudades
            y reinos, salió de  Magna a explorar  el  mundo; hizo amigos, encontró
            mujeres, descubrió a Aldebarán y fue poseedor del libro del poder, estaban
            listos para la enmienda.


            Albus nunca supo una obscura verdad,  su hijo Barto  había  planeado
            desde hace muchísimo tiempo, que sus hijos fueran a buscar los objetos
            de poder. Ahora con el cansancio de su padre y la herencia del trono, era


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