Page 137 - Los objetos del poder
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cumplido una edad en la que todos nosotros éramos fuertes, hábiles, ágiles
            y teníamos además virtudes que ahora sólo recordamos; ahora nos duelen
            muchas partes de nuestros cuerpos y anhelamos que aquellos días del ayer
            regresen, pero no volverán jamás, los hemos citado a todos ustedes aquí,
            para dar una noticia relevante, me retiraré de mi título como rey de Magna.


            Todos los oyentes se asombraron, hubo controversia y especulaciones, se
            escucharon murmullos de conversaciones de unos con otros, hasta que se
            volvió a silenciar la sala comedor y Albus Prosiguió, –todos mis primeros
            nietos comparten edad, son mayores unos que otros sólo por horas, por
            unos pocos días, lo que no le da derecho recíproco al mayor de ellos a
            gobernar (esto no le molestó en lo absoluto a Lucas, el mayor de todos
            los nietos), los amo a los ocho y no heredaré mi trono guiándome por
            mis sentimientos, porque el amor que tengo por todos ustedes es inmenso
            por igual. Les daré una tarea, una enmienda gloriosa, y quien la realice
            primero, será el nuevo rey de Magna, ahora le cedo la palabra a mi hijo
            Barto para que les dé los detalles de las encomiendas.


            Barto se levantó de su silla, tomó el lugar en el sitio de su progenitor, justo
            enfrente de todos los demás, ya que ahora no se situaban en la sala donde se
            encontraba la mesa redonda, por ser una cantidad más grande de personas,
            comenzó a informar, –todos ustedes tienen conocimiento de los espíritus
            antiguos y sus objetos místicos del poder, le proporcionaré a mis hijos el
            lugar exacto donde podrán encontrar a los seis espíritus restantes, para que
            logren obtener así sus reliquias, el primero que traiga consigo dicho objeto,
            será el nuevo rey de estas bellas tierras. Ustedes reyes aliados de Magna,
            amigos  de  mi  padre  y  míos,  pueden  participar  en  la  búsqueda,  quizá
            enviando a un emisario o guerrero de su entera confianza, que acompañe
            a mis queridos hijos; así se protegerá uno al otro y tendrán ayuda mutua,
            ustedes pueden ofrecer riquezas a sus enviados o intercambiar el objeto de
            poder por su trono, como lo hará mi glorioso padre.


            Si  están  de  acuerdo  podrán  participar  sus  enviados  o  inclusive  ustedes
            mismos, eso sería mucho mejor, porque el secreto estará a salvo y no se
            descubrirá  ante  más  personas.  Les  daré  también  el  lugar  exacto  de  la
            búsqueda, todos son lugares lejanos, inhóspitos y no muy gratos, cada uno


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