Page 17 - Entes y apariciones entre nosotros

vez se tardaba más en despertar y siempre la encontrábamos en la
misma posición, sentada en la cama.

Entonces, me puse más atento a sus horas de descanso y finalmente
me tocó a mí. Una noche que iba a ver cómo estaba, justo en el
pasillo de su cuarto, la escuché hablando, me estaba empezando a
enfadar porque ya pasaba de la hora límite que tiene para dormirse,
así que me empecé a acercar en silencio, tenía la luz apagada. En
ese momento escuché que conversaba con una tal Penélope, pero no
entendía lo que decía, como que hablaba entre dientes, la verdad no
comprendía lo que platicaba, pero el nombre lo escuché muy clarito.

Así que entré y justo cuando iba a empezar a regañarla, la encontré
sentada, con los ojos cerrados, seguía conversando, entonces, sentí
cómo un aire frío recorría toda la habitación, estaba hablando en
otro idioma, y cuando me estaba acercando a ella, vi cómo la sombra
de una niña se alejó, caminando hacia la esquina de la recámara,
desapareciendo.

Con la piel chinita me acerqué a mi hija, le empecé a hablar con
cariño, pero estaba profundamente dormida, la tuve que mover
varias veces para que pudiera despertarse, lo único que hizo, fue
moverse directamente a sus cobijas, entrar a su cama y seguir
durmiendo.

No podía explicar qué era lo que había visto, el que estuviera sentada
y hablara, pensaba que era sonambulismo, pero…, esa sombra y ese
frío, ¿qué?

Me quedé un rato viéndola dormir, se veía tranquila, no se movía
más que para respirar, todo parecía normal, así que, después de
escudriñar un rato para encontrar algo raro, me regresé a mi
recámara.

Ahora entendía porqué el cambio de su actitud, porqué las
ojeras, pero no sabía porqué estaban sucediendo esas cosas, así

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