Page 75 - Las gañas del perro y otras historias del lado oscuro
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El dolor era tan intenso que de inmediato buscó alguna llave de
agua para aliviar el terrible dolor. Al fracasar su búsqueda sólo pudo
frotar su mano contra su pantalón buscando alguna clase de alivio
a su dolor.
Él miró de nuevo su mano y su asombro aumentó al ver que las
pequeñas partículas de polvo parecían ser absorbidas por su piel
hasta el punto que el resplandor fluorescente parecía provenir de
sus huesos. En tres segundos la llama de color verde comenzó a
disminuir su intensidad hasta desaparecer completamente. El dolor
se fue.
Sin dejar de mirar su mano entró a su auto y comenzó el largo
camino de regreso a casa. Prendió la radio.
Buenas noches —se escuchó la voz del conductor radiofónico—.
Bienvenidos a su noticiero nocturno. Hoy es martes 18 de febrero
del año 2020.
La nota de la que todos los capitalinos hablan esta noche es la de
un meteorito que sobrevoló la ciudad. Cientos de testigos tomaron
videos del fenómeno que literalmente detuvo a la ciudad entera
y sus alrededores. Estamos investigando la fecha de la última vez
que un evento como éste había ocurrido. Lo más notorio de este
meteorito fue su color tan particular; verde turquesa fluorescente…”
Él miró su mano y por fin comenzó a asimilar todo lo que había
ocurrido esa noche; su pareja lo había botado y un extraño polvo
salido de quién sabe dónde lo había quemado. Calles adelante su
detuvo en un bar. El lugar se encontraba casi vacío. Parecía normal
considerando que era martes y la quincena recién había pasado.
Él se dirigió a la barra y pidió un tequila. Por varios minutos él y
su bebida entraron en una profunda catarsis buscando respuestas
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