Page 72 - Las gañas del perro y otras historias del lado oscuro

¿Y si algo le hubiera ocurrido?, su mente creaba diferentes escenarios
donde la tragedia era el elemento principal. Una pareja que pasaba
en ese momento se detuvo frente a él. El chico señalaba hacia el
cielo. Los dos tórtolos comenzaron a reír y se alejaron tomados de
la mano. Él miró hacia el cielo y no observó nada.

—Hola —dijo ella apareciendo de la nada—, tenemos que hablar.

—Hola, ¿te encuentras bien?, —preguntó él con tono de
preocupación—. Pensé que te habría pasado algo.

Ella lo miraba como quien mira a un perro al que está a punto de
abandonar en cualquier carretera de la periferia de la ciudad.

—Ya no puedo seguir con esta farsa —decía ella sin dejar de
mirar al otro lado de la avenida.

—¿Podemos hablar de lo que sea mientras cenamos?, —dijo él
sin entender claramente lo que estaba pasando—. Tengo que
decirte algo muy importante, también.

Al notar su nerviosismo él buscó el origen de éste. Al otro lado de la
avenida pudo ver a un joven que no dejaba de observarlos. Era uno
de sus compañeros de oficina, lo había visto un par de veces al ir por
ella a su trabajo.

—¿Quién es él?, —preguntó.

—Él es Mario —respondió ella bajando la mirada—. Hemos
estado saliendo ya por algún tiempo. Lo siento.

—Pero, ¿cómo?, ¿cuándo?

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