Page 68 - Las gañas del perro y otras historias del lado oscuro
P. 68

intentó abrazar a Marisol, al ver la intención de la niña, Marisol
            interpuso sus brazos entre ella y la pequeña desconocida. En ese
            momento el rostro de la niña se transformó en una horrible imagen
            de terror. Sus ojos se convirtieron en dos cuencas oscuras y sin vida,
            mientras que su boca se llenaba de afilados dientes amarillentos, su
            piel, antes tersa, parecía estar formada de grietas de las que salía
            un líquido oscuro. Sus manos eran esqueléticas con uñas enormes
            y amarillentas. Ese fue el momento en el que ella recuerda haber
            despertado y cambiado de posición en su cama, ¿de verdad fue sólo
            un sueño?


            Ya por la tarde y después de hacer su tarea, Fanny se dirigió hacia
            su cama y sacó la caja. Ya con Carlota entre sus manos se dirigió al
            baño y cerró la puerta con llave, colocó la muñeca frente a ella, al
            ver que no cambiaba su forma, cerró los ojos con fuerza, al abrirlos,
            Carlota, la niña, estaba sentada frente a ella.


                —Quiero que te vayas.


                —No me iré jamás.


                —Tú lastimaste a mi mamá.


                —Lo lamento, no me gusta que me rechacen. Tú madre lo hizo.


                —Ella nunca te va a querer como a mí.


                —Lo hará.


                —¡Mientes!


                —Yo no miento. A los que mienten se les seca la lengua.


                —¡Vete de mi casa!




            66
   63   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73