Page 80 - Una vida dedicada a la enseñanza
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Sin embargo, el mayor cambio no fue en su metodología, sino
            en su actitud. María se volvió más abierta al diálogo, animando a
            sus estudiantes a expresar sus opiniones y a cuestionar las ideas
            presentadas. En lugar de silenciar las voces disidentes, las alentaba,
            creando un ambiente donde el debate y la discusión eran bienvenidos.


            Fue durante una de estas discusiones que una de sus estudiantes, una
            joven llamada Daniela, expresó su preocupación por la preservación
            de la cultura local en medio de la globalización. María, recordando
            su propia conexión con las leyendas y tradiciones de Guanajuato,
            vio esto como una oportunidad.

            Decidieron, junto con otros estudiantes entusiastas, iniciar un
            proyecto para documentar y compartir las historias y tradiciones
            locales utilizando plataformas digitales. Este proyecto no sólo les
            permitió conectarse con la comunidad, sino que también les enseñó
            habilidades valiosas en documentación, edición y narrativa digital.


            Para María, este proyecto fue un recordatorio de porqué se
            convirtió en maestra, en primer lugar, para inspirar y ser inspirada
            por la curiosidad insaciable de sus estudiantes. Ahora, en sus años
            dorados, miraba hacia atrás con una sensación de logro. A pesar de
            los desafíos y los cambios, su pasión por la enseñanza nunca flaqueó.


            Una tarde, mientras se sentaba en su patio mirando las calles
            empedradas de Guanajuato, reflexionó sobre su vida. Había visto el
            mundo cambiar, pero en su corazón, algunas cosas seguían siendo
            las mismas: el amor por su familia, su pasión por la educación y su
            conexión con la rica historia de su tierra natal. Aunque el tiempo
            había pasado, la esencia de María, la maestra, la madre, la narradora
            de historias, permanecía intacta.


            La familia de María se había expandido, y ahora sus nietos corrían
            por las mismas calles empedradas que ella recorrió de niña. Coral,
            su hija mayor, había seguido sus pasos y se convirtió en maestra,
            llevando consigo el legado de la abuela, que tan apasionadamente




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