Page 84 - Una vida dedicada a la enseñanza

Un día, después de una particularmente extenuante jornada en la
escuela, María decidió discutir el tema con Alberto. Sentados en
su sala, rodeados de recuerdos y momentos compartidos, María
expresó sus dudas y temores sobre la jubilación; Alberto, siempre el
pilar de apoyo, le recordó la increíble diferencia que había hecho en
la vida de tantos estudiantes y cómo había inspirado no sólo a sus
hijos, sino a toda una comunidad.

La decisión no fue sencilla, pero con el apoyo de su familia y
colegas, María empezó a considerar la posibilidad de jubilarse en un
futuro cercano. No quería dejar de golpe, así que ideó un plan para
hacer una transición gradual, pasando más tiempo con su familia y
redescubriendo los placeres simples de la vida.

Mientras la decisión de la jubilación se cernía en el horizonte, María
empezó a hacer planes para sus días después de la enseñanza. Quería
pasar más tiempo con Alberto, con sus hijos y nietos, y redescubrir
la ciudad que tanto amaba, pero desde una perspectiva diferente.

Los fines de semana, María y Alberto empezaron a hacer pequeños
viajes a las afueras de Guanajuato, visitando viejas haciendas,
explorando los senderos menos transitados y disfrutando de las
tradiciones y festividades locales. Estos viajes eran una forma de
reconectarse no sólo con su tierra, sino también con ellos mismos,
lejos del bullicio y las responsabilidades diarias.

María también comenzó a participar en talleres de literatura y
pintura, explorando sus propias habilidades creativas. Se dio cuenta
de que, a lo largo de los años, había acumulado un tesoro de historias
y experiencias que quería compartir. Así que, con la ayuda de Mayra,
empezó a escribir sus memorias, narrando su vida, desde su niñez
hasta su carrera como maestra, y todas las personas e historias que
habían dejado una huella indeleble en su corazón.

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