Page 86 - Una vida dedicada a la enseñanza

Un nuevo comienzo

En los meses siguientes a su jubilación, María se sumergió en
una rutina diferente. Las mañanas empezaban con un desayuno
tranquilo en compañía de Alberto, seguido de un paseo por las
empedradas calles de Guanajuato. El ambiente fresco de la mañana
y el canto de los pájaros eran un recordatorio diario de la belleza de
la vida.

Algunos días, María se dirigía a la biblioteca local donde se sumergía
en la historia de México y de Guanajuato, reviviendo eventos
pasados y descubriendo nuevos aspectos de su propia cultura. Esta
nueva pasión por el aprendizaje era algo que no había tenido tiempo
de explorar durante sus años de enseñanza.

Los fines de semana, Coral, Mayra y Mario, junto con sus familias,
visitaban a María y Alberto, la casa estaba llena de risas y juegos. Los
nietos de María corrían por la casa, mientras ella y Alberto contaban
historias y compartían anécdotas con sus hijos. Era evidente que
el legado de amor, educación y dedicación que María había dejado
estaba siendo transmitido a las nuevas generaciones.

Un día, mientras María hojeaba un álbum de fotos antiguo, encontró
una foto de su abuela Margarita. Recordó las historias de valentía y
perseverancia que su abuela le había contado y cómo esas historias
la habían inspirado a lo largo de su vida. Decidió que era el momento
de plasmar todas esas memorias en un libro. Con la ayuda de Mayra,
quien tenía habilidades de escritura, comenzaron a documentar la
rica historia de su familia y los momentos más significativos de la
vida de María.

Alberto, por su parte, encontró en la jardinería un pasatiempo que
le permitía estar en contacto con la tierra y la naturaleza. Juntos,
él y María transformaron su pequeño jardín en un oasis lleno de
flores, plantas y un pequeño estanque.

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