Page 18 - Grandes maestros de América José Martí e Ignacio Manuel Altamirano: ¿Vidas conexas o ideas paralelas?
P. 18

No hay que olvidar que, en la extensa obra martiana, su ideario pedagógico
            ocupa un lugar de indiscutible valor. Martí había estudiado Derecho y
            Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza, en España. El estudio
            del pensamiento de importantes maestros cubanos que le antecedieron y
            su formación humanista, claramente le condujeron a entender el rol del
            proceso educativo. Estudió el pensamiento de los más relevantes educadores
            de  su época. Ejerció la  docencia en  distintos momentos  de  su vida,
            elaboró principios de vigencia universal; pero quizás lo más importante
            fue cómo trató de vincular la educación al logro de su objetivo mayor:
            la independencia de Nuestra América y la formación de una identidad
            Latinoamérica propia, en medio de su diversidad.


            En los trabajos de José Martí sobre muchos de esos asuntos y otros, hay
            una evidente  similitud con la  manera  en que  los defendía  Altamirano:
            la necesidad de superar la dependencia de los modelos extranjeros y de
            encontrar un estilo y una temática autóctonos, así como crear una literatura
            propia en la que figurase el indio, la historia y el paisaje patrio.


            Para el joven cubano que soñaba con la Revolución y la independencia
            de  su Patria,  en  plena  formación y evolución ideológica,  escuchar  las
            ideas de ese coloso del magisterio que fue Ignacio Manuel Altamirano e
            intercambiar con él su sentir, su amistad y acompañamiento, tiene que
            haber sido una experiencia muy enriquecedora, estimulante e inolvidable.
            Por eso varios años después, en 1893, cuando José Martí –ya convertido
            en figura muy conocida en América y líder indiscutible de la Revolución
            Cubana– supo del fallecimiento de Altamirano, en Italia, se apresuró a
            escribir un hermoso artículo en el periódico Patria, para rendir homenaje
            y recordar al gran mexicano. Dijo entonces: “Cuando la guerra: cuando se tuvo
            y desperdició el primer cariño de América por los héroes cubanos; cuando en una fiesta de
            circo las mexicanas, como cubanas, regalaban sus joyas para ayudar a la independencia
            de Cuba; cuando la América sagaz veía ya en la independencia de Cuba la de nuestro
            continente, inseguro sin ella, o con ella, por lo menos, mucho más seguro, -un mexicano
            de raza india nos amó y nos proclamó; un mexicano que ha muerto. El gesto imperante
            de Ignacio Altamirano parecía decretar, faz a faz de la historia, la suerte de una familia
            de pueblos libres”.





            16
   13   14   15   16   17   18   19   20   21   22   23