Page 43 - Donde vive la imaginación

Doro

Cuando Paco y su papá trajeron consigo a Doro se veía una bolita color
negro de pelos, pequeño e indefenso. Recuerdo que hasta temblaba con las
caricias que le daban, fácil cabía en la palma de la mano Al inicio rehusé
tenerlo viviendo con nosotros, no soportaba la idea de que la casa oliera
todo el día a chimpancé. ¡Sí, como lo dije, un chimpancé, un chango en
la casa! Debo aclarar que era un animal recién nacido en el zoológico de
la ciudad, incluso hasta enfermo. Cuando nació su madre murió. Doro
quedó solo y delicado de salud; mi esposo es un veterinario reconocido,
puedo decir que es el mejor de México, le pareció buena idea traerlo a casa

para estar al pendiente de él. En fin, después de todo no pude negarme a
tenerlo en la casa.

Paco quería una mascota desde que tenía tres años; ahora cumplirá cinco
años, y será un buen regalo. Se preguntarán, ¿por qué viviendo con un
veterinario no tenemos mascotas? Por la simple razón de que nuestro
departamento es pequeño. Siempre hemos tenido la idea de que cuando
podamos irnos a vivir lejos del ruido de la ciudad, en alguna casa de campo,
por supuesto que la llenaremos de perros, gatos, hasta gallinas, pero un
chimpancé. Bueno, mejor les sigo contando.

Malacara Moreno, K. E. (2022)

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