Page 140 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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IV. Una vez más cumplí con mi ritual de leer Cuentos de Navidad, de Charles
Dickens.
No importa cuántas veces hubiera leído esta obra maestra, pues en cada
Navidad me produce el mismo placer, la misma sensación de bienestar,
me transporta a mi lejana niñez y me enternece cada vez más; tal vez
porque cada uno de sus personajes está tan bien diseñado por el escritor,
que son atemporales y multirraciales. Avaros existen y existirán en todas
las culturas, como gente explotada por éstos también; pero la magia del
genio creador del cuento nos traslada a un universo imaginario en donde
todo puede suceder, al mismo tiempo que nos enseña el poder y el placer
de tener la oportunidad de enmendar nuestros yerros, y reencontrarnos
con la vida y el ser humano feliz que anida en el subconsciente de todo ser
racional que ama y es amado.
No lo puedo evitar, yo creo en el ser humano sin pecado original ni mala
levadura, aunque la vida y las circunstancias llegasen a convertirlo en un
monstruo.
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