Page 21 - El magisterio y la vida en verso y prosa

Yo quiero mucho a mis dos perritos. Los dos juegan conmigo y nunca me
han hecho daño, al contrario, los dos me lamen como si fuera una paleta
de coco o de chocolate.

Ahora que estamos resguardados en casa por esta enfermedad de nombre
raro, cuando salimos a jugar al jardín, que está cerca de la calle, mi mamá
me pone mi cubrebocas, para evitar el contagio y a Puca y a Zeus ya les
hizo también sus cubrehocicos.

¿Y tú, tienes perritos?

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