Page 45 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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Mi amigo Fidelio




               No sé si alguno de ustedes tiene o ha tenido en su vida algún amigo del
            que ya no pueden recordar cuándo ni dónde lo conocieron, pero que desde
            entonces está ahí, compartiendo algunos espacios con nosotros, aunque
            éstos no sean siempre los mismos ni se den en periodos muy secuentes,
            pero cuando se producen, la plática surge como si nos hubiéramos visto el
            día anterior y es rica en vivencias compartidas; en sucesos comunes donde
            cada uno de ellos tiene un significado o constituye una experiencia que nos
            ha enriquecido la vida, tanto en el ámbito personal como en el profesional,
            dándonos nuevas expectativas, sobre todo en ese quehacer prioritario que
            elegimos  para  realizamos  y  que  en  nuestro  ámbito  es  la  educación  del
            pueblo.


            Yo sí tengo un amigo así, se llama Fidelio Quintal Martín. Si me preguntan
            cuánto tiempo hace que lo conozco no sabría precisarlo, tal vez el vínculo
            fue mi hermano Aristeo, del que Fidelio fue muy amigo; no lo sé realmente,
            pero  nuestra  amistad  se  ha  ido  consolidando  a  lo  largo  de  los  años  y
            donde quiera que nos encontramos continuamos el diálogo suspendido.
            Tal  vez  por  eso,  al  enterarse  por  mí  de  que  en  la  Casa  de  la  Historia
            de  la  Educación  de  Yucatán,  donde  laboro  circunstancialmente  por
            ahora, estábamos integrando una biblioteca con donativos de los propios
            maestros, de inmediato me dijo que contábamos desde ese momento con
            más de dos mil libros de su biblioteca particular, los cuales podíamos ir a
            recoger cuando quisiéramos.


            Un  donativo  de  esa  magnitud  permitió  a  nuestra  incipiente  biblioteca
            consolidarse  como  tal,  encontrándonos  aún  en  la  catalogación  de  una
            parte de este tesoro literario.


            Pero ¿Quién es mi amigo Fidelio?











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