Page 60 - El magisterio y la vida en verso y prosa

Nuestra biblioteca vital

Leer es también soñar, recordar,
descubrir, comparar, opinar,
establecer secuencias,
converger, divergir..., ser.
Sergio y Margarita Hernández
—Literatos—

Sir Artur Conan Doyle, con su personaje inmortal del gran Sherlock
Holmes y su inseparable Dr. Watson, fueron el primer contacto que tuve
con el género literario que, en su momento fue llamado de misterio o
suspenso, o, simplemente policiaco y que ahora es denominado triller.

Aunque el entorno geográfico, socioeconómico y cultural en el que movía
el señor a sus personajes y delineaba sus situaciones no eran precisamente
conocidos por sus innumerables lectores latinoamericanos, uno se olvida
de esos detalles y se metía de lleno en la trama; especulando, sufriendo
y luego confirmando o desechando nuestras propias hipótesis sobre la
identidad del o los culpables.

En el caso de La banda moteada, intuí desde el principio que algo en la cama
estaba relacionado con los crímenes que se suscitaban en aquella alcoba,
pero tardé mucho en comprender que era una serpiente venenosa la
culpable de los mismos.

De igual forma, en La liga de los pelirrojos, me fue difícil seguirle el
razonamiento al Sr. Holmes, y, como era yo incapaz de leer el final por
adelantado, porque mi padre me enseñó que ese era un rasgo indecoroso
para mi calidad de lector, tuve pues, que llegar hasta el final para saber
cómo aclaraba Sherlock aquella compleja trama.

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