Page 63 - El magisterio y la vida en verso y prosa
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Releyendo a Mafalda
Maestra —Mi mamá me mima,
mi mamá me ama.
Mafada —Le felicito señorita, tiene
usted una mamá excelente...
Quino
Tratando de arreglar el constante desarreglo de mis cinco libreros
domiciliarios, ayer me encontré con la colección de mis comics favoritos,
derecho que se ganaron por el gran significado que tuvieran en mi etapa
de madre de familia y educadora de alumnos de primaria, su protagonista
principal y los diálogos de ésta con parientes, amigos y similares.
Me refiero a mi amiga Mafalda, ese maravilloso personaje infantil creado
por un dibujante, filósofo y pedagogo de origen argentino y ahora, por
méritos propios, latinoamericano universal; su nombre es Joaquín Salvador
Lavado, pero el mundo lo conoce como Quino.
No importa cuántas veces hubiera repasado en mi vida esos cuadernillos,
lo cierto es que siempre les encuentro un nuevo mensaje.
En esta ocasión, en uno de ellos está Mafalda en su domicilio gritando
a voz en cuello: —“¡Viva la patria! ¡Que viva! ¡Que viva la patria!”, su
padre le escucha y le pregunta a qué se debían esas expresiones, si ese
día no era señalada ninguna fecha patriótica, a lo que le responde esa
niña de seis años, (edad en la que Quino manifestara alguna vez que él se
había quedado para siempre) en un argot muy argentino: —“¿Y a mí qué
cuernos me importa? ¡Yo a la patria la quiero todos los días, y no cuando
le dé la gana al almanaque!”.
Considero que aquí el mensaje de Quino es directo.
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