Page 96 - Docentes que transforman vidas que forman...
P. 96

El mejor regalo

                              El azar reparte las cartas, pero nosotros las jugamos.
                                                                     Shopenhauer


            –Permíteme un momento Juan, voy a revisar tu boleta–. La maestra
            tomó el bolígrafo de color negro y el de color rojo, y con una aguda
            visión como rememorando algo de su vida, se sentó en su escritorio
            y comenzó a rellenar la boleta de calificaciones.


            Yo esperaba ansioso, temeroso, pero sobre todo perdido en
            un lugar distante, lejos de la escuela y pensando en el dolor
            de la separación de mis padres, ¿Por qué se fue mi papá?, ¿si
            él  estuviera  aquí  las  cosas  serían  distintas?,  no  pasaríamos
            pobreza, tendríamos lo necesario y sobre todo no tendríamos
            que mudarnos de casa frecuentemente por no tener para pagar
            la renta. Con lo que ganaba mi madre no alcanzaba para mucho,
            y unos años después perdió su trabajo, sin finiquito, sin una
            propiedad, sin nada.

            La maestra me llamó a su lado y comenzó a escribir diversidad de
            números, tomó la pluma roja y escribió otros con una habilidad y
            memoria  como  difícilmente  puede  hacerse.  Ciencias  naturales,
            matemáticas, geografía, materias que no recordaba porque mi
            mundo estaba en casa, en los problemas de la vida y la vergüenza
            por mi vida nómada al tener que cambiarme de casa y huir de los
            problemas económicos constantemente.


            Me entregó la boleta con la nota: no aprobado, en mi inocencia no
            comprendí lo que eso significaba, en el camino, lleno de miedo y
            de vergüenza iba con mi mejor amigo el cual preguntó: ¿Por qué
            nuestras notas son distintas?, la mía dice aprobado y la tuya algo
            diferente, –quizá es un error, respondí–. Me dolió reprobar y perder
            a mi mejor amigo que avanzó de año, tener que regresar al mismo
            con la vergüenza de ser reprobador y las miradas de los niños con
            los cuales no había cursado el año antes.





            94
   91   92   93   94   95   96   97   98   99   100   101