Page 94 - Docentes que transforman vidas que forman...
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Efectivamente, vive en cada ser humano que has tocado con tu labor,
            con tu ejemplo, con tu trabajo, en aquellos a los que has ayudado, a
            quienes has cobijado, aconsejado, abrazado, acompañado, vive en el
            amor que has podido dejar en el camino de la vida.


            Si pudieras contar a cada ser humano que tocaste con tu luz, serían
            cientos, quizá más de mil, cuando llegue el momento, ¡ve en paz!,
            tu luz vive en cada uno de ellos, tu esencia palpita en su corazón
            humanista, en su mirada compasiva, en el servicio al prójimo, en
            la alegría, en la armonía, en la paz y en la lucha por ser mejor cada
            día. ¡Tú nunca te irás! Hoy vives más que nunca, es cuestión de
            aprender a mirar.

            De esta forma, Graciela, que en vida fue maestra, pudo dejar su
            cuerpo. Su esencia palpita fuerte en sus alumnos, como el latido del
            corazón, es vida, es esperanza. Es su legado de amor.




            Cuando el pasado nos atrapa

            Pongan atención, los quiero bien sentados, atentos, no admito
            distracciones, con voz enérgica repelaba la maestra a los estudiantes
            de primer grado, era su primer día de clases, y muchos comenzaron
            a sentir su corazón latir velozmente, quién iba a pensar que en el
            primer día de clases vivirían el miedo en la escuela primara. Dieron
            paso de los juegos, risas, diversión y apapacho del preescolar hasta
            llegar a un lugar distinto siempre es horroroso, pensaba Ricardo.


            Durante su educación preescolar Ricardo ha tenido que librar duras
            batallas, pues es hiperactivo y le gusta aprender en movimiento,
            además  de ser inteligente y hábil  con  las matemáticas, pero  al
            parecer en esta nueva escuela eso no importa. Sólo se requiere ser
            obediente, prestar atención y no desafiar los deseos de la maestra
            Romina. Que tiene bastantes años, al menos 10 o 12 impartiendo
            clases en primer grado, las personas refieren que desde que murió
            su hijo ella ha ocupado ese lugar y no ha trabajado en ningún otro
            grado.



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