Page 42 - La educación, en la era del teléfono celular
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Es evidente observar este tipo de objetos, en nuestro entorno
cotidiano, estamos visiblemente rodeados de ellos, los encontramos
en casi cualquier lugar, desde herramientas (desarmador, pinza,
cuña, martillo, serrucho, pala) artículos de uso personal (cepillo,
ropa, lentes, bolsa, zapatos) en el hogar (estufa, lavadora, secadora,
microondas, plancha, licuadora). Particularmente encontramos
objetos en cada rubro o aspecto de nuestra vida, ya sea social o
personal estamos vinculados con objetos todos los días, en todo
momento; el objeto físico existe a nuestro alrededor, constituye
parte de nuestra realidad dentro de todas las esferas del hombre,
como individuos que somos en sociedad.
En segundo término, tenemos a los objetos ideales, como parte del
razonamiento e intelecto humano, objetos inmateriales que son
producto del proceso cognoscitivo del hombre; como ejemplo de
objetos ideales tenemos a los sueños, anhelos, deseos, aspiraciones,
todo ello de manera personal, pero también tenemos otros, que
forman parte del proceso de simbolización que evidentemente
sólo el hombre es capaz de elaborar y dotar de carácter simbólico a
ciertos elementos del entorno, ciertamente en interacción constante
con mencionados objetos, ejemplo de ellos, tenemos símbolos
matemáticos (+,-, *, /) teoremas, símbolos religiosos, señales de
tránsito, entre otros, estos objetos ideales tienen la particularidad de
que el valor y significación provienen indudablemente del hombre
en sentido práctico de la realidad.
Ver, aprender y entender la realidad social en la era del teléfono
celular, es un fenómeno social que está presente, además de que se
ha ido desarrollando desde ya hace algunos años, con la invención
y apertura comercial del dispositivo, objeto destinado al área de la
comunicación humana, paulatinamente ha incorporado para fines
prácticos, algunos otros elementos (software, apps, accesorios)
dentro de las estructuras interna y morfológica del teléfono
celular que lo vislumbra hoy día en un reconfigurado artefacto
multifuncional. “El móvil se lo traga todo” (Ferraris, 2008, p. 20)
este artefacto tecnológico, logró integrar en un solo objeto, algunas
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