Page 72 - La educación, en la era del teléfono celular

teléfonos celulares para coordinar su encuentro en el restaurante,
los mensajes de texto y las llamadas telefónicas se utilizan para
confirmar la llegada, dar indicaciones y esperar a que todos estén
presentes antes de ordenar.

Mesa para seis y la reservación a nombre de Martín Dávila, son los
datos que permiten revisar y asignar una mesa en la parte superior
del establecimiento, con vista al centro histórico de la CDMX. Ya
instalados en el área asignada, es visible observar a los comensales
sin compañía utilizar su teléfono celular como una forma de
distracción durante su comida. La distracción y compañía virtual se
manifiestan navegando en las redes sociodigitales, jugando, leyendo
noticias de tendencia actual en los planos nacional e internacional,
durante la espera de los alimentos y el desarrollo de la estancia en
el restaurante. Se pueden identificar patrones de conducta como
estar comiendo y atender las notificaciones del teléfono, tomar el
tenedor y dar un bocado e insistentemente tomar nuevamente el
dispositivo.

Entre las situaciones observables se encuentra la desaparición física
de la carta, documento que tiene el menú, y costo de alimentos y
bebidas, este documento ha sido sustituido por un menú que se
encuentra de manera virtual; para acceder a él se tiene que utilizar

la cámara del teléfono celular y escanear el código QR, que se
encuentra en la mesa y así poder ordenar la elección de los platillos
y bebidas, esta dinámica permite el flujo del servicio en atención al
cliente. En los últimos años se ha popularizado el uso permanente
de las cámaras integradas al dispositivo, permitiendo la génesis
de una serie de rituales fotográficos, la comida se ha convertido
en el protagonista de fotografías plasmadas en selfis y posteadas a
las redes; durante la estancia en el restaurante fue observable que
la mayoría de los comensales tomó por lo menos una fotografía
al platillo y bebidas de coctelería populares a degustar y mostrar

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