Page 37 - Un docente preSNTE
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Capítulo III
Concurso de oratoria
Fue..., ¡impresionante!, los nervios y la emoción. ¡Ganamos!
¡Ganó!, Isaac va al nacional a competir y representar al estado, no
sólo a nuestra escuela. ¡Ganó para ir al nacional!
Un momento mágico, inolvidable, indescriptible, estar de pie, en un
auditorio tan grande e impresionante como el de la Secundaria 1,
escuchar su nombre, el tema: “La libertad y el amor entre los jóvenes
de nuestra edad”. No esperaba esa reacción, es un chico muy serio
y reservado, pero, supongo que esta noticia vuelve loco de alegría a
cualquiera; sinceramente, pensé que primero abrazaría a sus padres.
Casi me tira cuando, después de escuchar su nombre, corrió para
colgarse prácticamente de mí y darme un gran abrazo, él llorando
de la emoción, yo, conteniéndome para no hacer lo mismo, pero sí
con los ojos llenos de lágrimas que se negaron a salir, emocionados
al máximo los dos.
Esto parece un sueño, un mágico regalo del mundo. El chico de la
zona rural, de una escuela pequeña, que nunca había figurado ni
destacado en nada, ahora tenemos un campeón estatal que va a
Guadalajara con gastos pagados para competir.
—Felicidades, Isaac, el mejor del estado, el número uno. Disfruta
este triunfo y prepárate con más ahínco para el siguiente mes.
Viajar y ganar en la etapa nacional.
—¡Gracias, maestro!, ¡muchas gracias!, sin usted no lo hubiese
conseguido. Su consejo, paciencia, tiempo, el escucharme y
decirme qué quitar, poner, mejorar, cambiar, es..., gracias…
—¡Hey! Nada qué agradecer, campeón, es tu triunfo y tu logro;
lo mereces.
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