Page 41 - Un docente preSNTE

Capítulo IV
Concursos y fantasmas del ayer

—Fue hace 10 años, te decía, cuando yo estudiaba el tercero de
secundaria, mi profesor de español me invitó a participar en
un concurso de oratoria, ¿por qué?, ni idea, no era alguien
especial, que destacara o sobresaliera, simplemente... No sé,
supongo que vio algo en mí cuando exponía algún tema de la
clase que le llamó la atención. No quería, es decir, ¿yo?, conocía
a mis compañeros y sabía que muchos, todos de hecho, eran
mejores.

Se llevó a cabo un selectivo en el grupo, participamos cuatro
compañeros, fui el último en pasar afuera del salón, trataba de
no escuchar a los demás, ni poner atención a lo que decían, sólo,
estaba caminando de un lado a otro en el pasillo, repasando en
mi mente las palabras y lo que tenía qué decir, hacer, actuar,
hablar, gesticular…, finalmente, me habló que ya era mi turno,
el tema que escogí: La libertad.

Me pare frente al salón, e inicié. ¡Libertad!, ¿qué es y se
entiende por ella?, hablé y hablé, mostrándome nervioso en
todo momento, de hecho, sentía cómo la pierna izquierda me
temblaba sin que la pudiera controlar. Finalmente, terminé.
Silencio total. Un instante después, aplausos del grupo,
no sé bien qué ocurrió o porqué lo tardía de la reacción,
simplemente..., sucedió.

Dirigí la mirada al maestro Bernardo y vi la aprobación tanto en
su mirada como en su expresión, moviendo afirmativamente
la cabeza en señal de beneplácito.

—Bien, Gabriel, muy bien, te felicito. Ahora, eres el mejor de
tu grupo, compites con los mejores de los otros grupos del
tercer grado. Esta semana terminamos la selección con ellos y
te avisaré cuando esté la siguiente fase.

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