Page 150 - Los objetos del poder
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libertad por su fortaleza y protegerse en determinado momento en que
            sintiera demasiado calor, en esa inmensa chimenea en la que forzosamente
            tenía que entrar.

            El escrupuloso de Viktor dentro de sus tierras en Troza, planeaba a detalle
            meticuloso todas sus travesías, incluso envió a sus mejores hombres, hacia
            un volcán, aquellos que alguna vez, gracias al libro del poder llegaron a
            él; como no había mucho tiempo debían ir y venir al más cercano muy
            rápido, sólo llegarían al cráter y echarían un vistazo para proporcionarle
            información al monarca de  cómo  era  por dentro, y  así tener  planes
            emergentes para cualquier situación que pudiera llegar a suscitarse.


            A Taurus, rey de Runas, siempre le gustó hacerse notar ante las personas,
            pero ahora nada de eso importaría, debía ir a la selva y sólo permanecer
            ahí, sin ninguno de sus súbditos que lo viera realizar alguna gran proeza.
            Dejó a un lado esa vanidad y se enfocó en la prueba que tenía enfrente,
            así que mandó llamar a expertos botánicos y estudiosos de todas las ramas
            que tuvieran que ver con la naturaleza, también a algunos sobrevivientes
            (personas que habían vivido algún tiempo en el exterior sin un techo), y
            conformaron su grupo de enseñanzas. Taurus quería saber todo lo que se
            pudiera sobre la selva, cosas de supervivencia como qué comer, qué bayas
            son venenosas y cuáles comestibles, tipos de hongos y setas; mejores formas
            de escalar árboles, cuáles son los animales e insectos más peligrosos, dietas
            de varias especies, y muchas cosas más, que lo ayudarían al momento de
            estar allá refugiado, se convirtió en alumno de todas esas ilustres personas.


            Joaquín llamó a todos los maestros de meditación y yoga que había en el
            reino, él creía que para estar en total armonía con el medio ambiente y con
            la naturaleza, debía estar y permanecer primeramente en armonía con
            él mismo, las clases eran intensivas pues sólo contaba con siete días, cada
            maestro daba sus cátedras, consejos y vivencias en distintos horarios, lo que
            mantenían a Joaquín muy ocupado, pero eso sí, absorbiendo gran cantidad
            de  conocimiento, exhalando, inhalando, controlando  su respiración y
            serenándose al concentrarse al máximo, para lograr ser uno solo con el
            entorno en que tuviese que vivir y coexistir.




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