Page 147 - Los objetos del poder
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éxito y cumplimiento de la enmienda. Ni siquiera tendría que ir lejos, la
prueba era de altura, no de distancia, sus seres queridos estarían cerca y
rogando por él, Marco se reconfortaba un poco gracias a su amada esposa,
pero no terminaba de cesar su angustia.
Lucas por su parte, era el mayor de todos los hermanos, aunque le ganaba
con pocos minutos a su hermana melliza Sofía, él aprovechó su semana
para darle tiempo a su madre y a su novia, una doncella de un pueblo
cercano en los límites de su reino, iba a caballo a visitarla y no demoraba
en hacerlo, permanecía con ella gran parte de su tiempo, le contaba a
su querida, que tenía una gran misión, que debía realizar por órdenes
de su abuelo el rey; pero no daba mayor información, todo lo demás
era ultrasecreto y no podía andar divulgando esas noticias por todos los
lugares. Él no tenía miedo o ansias, sólo dejaba que pasara el tiempo en
compañía de las personas que amaba, antes de emprender el gran viaje a
un sitio aún desconocido. Únicamente el primer día se hizo un tatuaje que
cubría hombros y espalda alta, por lo general, en esas partes de su cuerpo
se quemaba más cuando se exponía mucho tiempo a los rayos solares, así
que un tatuaje lo protegería con su tinta.
Aurora era la más bella de todas las princesas, ella comenzó a entrenar desde
el primer instante que supo su paradero, tenía el papel que decía océano,
por ello empezó a exponerse a los rayos del sol, deseaba broncearse lo
más pronto posible; sabía que una piel obscura era más resistente que una
piel clara a los rayos del sol, y como permanecerían mucho tiempo bajo
el abrasante astro, era mejor estar preparada con una piel resistente a las
quemaduras por rayos de sol. También volvió a nadar, ida y vuelta sin cesar
a la presa más larga y cercana que había, tenía que prepararse en todos los
sentidos física y mentalmente, comía mayores cantidades de grasas, para
que su cuerpo tuviera mayores reservas en una etapa de supervivencia,
aunque quemaba demasiadas calorías en sus entrenamientos, y no fue
mucho peso el que logró ganar, comenzó a trabajar en su respiración,
aguante y resistencia debajo del agua; en fin, se preparó lo mejor que pudo
para la tarea que realizaría en mar abierto, surcar el altamar conllevaba
respeto y disciplina para ella.
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