Page 69 - Los objetos del poder
P. 69

Pero nunca escribió la igualdad en cuanto a géneros de sus hijos, eso fue
            una sorpresa, que  fuesen cuatro hombres y cuatro mujeres, tampoco
            escribió cuál de sus lindas mujeres tendría varón o dama, ni quién tendría
            a los mellizos, eso sí lo dejó al destino.

            Hace tiempo que no se comunicaba con el poderoso Aldebarán, entonces
            una mañana  decidió  caminar  solo por  los bellos  prados de  su reino  e
            invocarlo, la razón principal era obtener mayores respuestas a múltiples
            inquietudes, cuando apareció el espíritu antiguo, inició la conversación.


                  Cuánto has mejorado con la ayuda de mi libro del poder, –inició
                  Aldebarán, en efecto –dijo Barto, me gustaría platicar contigo mucho
                  tiempo, espero que no te quieras ir, no sé si comas o disfrutes beber,
                  ¿te puedo ofrecer algo?


                  El poderoso Aldebarán no era iluso, con su gran sabiduría supo de
                  inmediato que Barto alardeaba, no quería enmendar las cosas, las
                  últimas  veces  sólo  habían  discutido,  Aldebarán  comentó:  –estoy
                  bien así, ¿qué deseas saber? –Cuéntame por favor sobre ti, sobre la
                  creación, sobre los demás espíritus antiguos.

                  Aldebarán que le gustaba mucho expresarse verbalmente, comenzó,
                  –los siete espíritus antiguos despertamos cobrando conciencia casi
                  todos a la vez, en el mismo lugar, nuestra apariencia no ha cambiado
                  mucho, a pesar de tantos millones de vueltas que esta gran esfera
                  ha dado alrededor  del  sol, alguien  nos  creó a nosotros, cuando
                  despertamos  recibimos  la  orden  de  elaborar  un  objeto  mágico  a
                  partir  de  nuestras  habilidades. Cada  uno después de  conocernos
                  a nosotros mismos, creamos nuestro propio objeto, cada uno con
                  poderes diferentes, después la voz nos ordenó comenzar a mejorar
                  este planeta, con ayuda de nuestros poderes y nuestros objetos; este
                  mundo sólo era  una bola  gigante  de  fuego  y roca, con manchas
                  obscuras y claras por doquier visto desde e l universo, con gases que
                  estallaban sin cesar, pero no había ni existe aún alguna prisa por
                  mejorarlo, nosotros somos eternos; inclusive cuando este planeta vea
                  por última vez la luz de su gran astro, nosotros no moriremos con él,


                                                                                 67
   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74