Page 25 - Cuatro tres historias de amor
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Entraron a la misma secundaria, como lo planearon; vivieron sus
            primeros cambios hormonales y de actitud, sintiendo alivio por
            estar juntos para enfrentarlos. Sufrieron el acoso de los alumnos
            mayores y de alguno que otro maestro fastidioso. Estudiaron para
            los exámenes y aprobaron todo hasta llegar a la misma preparatoria,
            como estaba en el plan. Lo que no estaba en el plan, eran los nuevos
            sentimientos de Joaquín hacia María.


            Los descubrió al regresar de las primeras vacaciones veraniegas. Ella
            fue con sus tíos a Atlanta y él se quedó en la ciudad. No se volvieron
            a ver hasta el primer día de clases. Joaquín llegó temprano para ver
            a sus cuates y ganar una buena butaca. Estaba en un pleito con su
            amigo Luis por definir el mejor jugador de la liga de fútbol local,
            cuando vio llegar al salón de clases a María, fue como ver a otra
            persona. Era ella, claro, sus ojos la delataron, pero ahora lucía como
            toda una mujer: su rostro con un poco de maquillaje en mejillas,
            ojos y labios, su cabello más largo y con mayor brillo, su cuerpo
            completamente desarrollado, adquiriendo formas voluptuosas que
            despertaron la tentación en Joaquín. Su amiga, María, a la cual no
            veía hace dos meses, no era tan sensual y atractiva como la joven
            que iba entrando por la puerta. La forma segura y confiada de
            hablar, aunada a una belleza irreconocible, fue lo que hizo a Joaquín
            quedar prendado de ella.


            No se lo hizo saber cuando la saludó, trató de disimular lo más
            posible su asombro, pero no lo logró porque María en cuanto lo vio
            le dijo:

                —Deja de verme así, no es para tanto lo que hice para arreglarme.


                —Ni lo había notado, es sólo que hace tiempo no te veía, me da
                  gusto estar contigo otra vez —mintió Joaquín.


            Ella sonrió y todo volvió a la normalidad, hablaron de las vacaciones.
            Él, le contó lo aburrido que estuvo y, ella le platicó lo bien que se la
            pasó con sus primos, conociendo toda la ciudad; mientras hablaba,




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