Page 27 - Cuatro tres historias de amor
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sería algo duradero, era cuestión de esperar para que se pasara la
novedad, entonces, él tendría su oportunidad.
Pasó un mes y pudo enterarse de muchos detalles. James, estudiaba
con uno de los primos de María el último año de high school; era el
capitán del equipo de debate, quien sabe qué sería eso, pero a María
le impresionó; vivía con su mamá y su papá estaba en el ejército. Se
escribían todo el tiempo por Whatsapp y por las noches se hacían
videollamadas.
En una ocasión lo invitó una noche a su casa para presentarlo con
James, pero Joaquín se negó poniendo de pretexto los ensayos en la
rondalla, pues había un solo de bandolón muy complicado, todo era
mentira.
Pasó otro mes y otro y otro, y a su amiga no se le pasó la emoción,
pero a Joaquín le aumentaba la ansiedad de no poder hablarle de lo
que sentía. De pronto, un día, ocurrió el milagro de ver a su María
cabizbaja y pensativa, pues, como supo después, discutió con su
dichoso noviecito. Era su oportunidad.
Competir con el extranjero no era tan fácil, tenía la ventaja de
ser gringo, hablar inglés y tener un físico exótico, así que decidió
preparar una serenata para María con las canciones que más le
gustaban de la rondalla. Se la regalaría un fin de semana antes de
irse a vacaciones de invierno, así pasarían juntos los días festivos.
Asumió que María estaría feliz con el amor que sentía por ella.
Preparó a sus amigos, ensayaron un poco y para el día planeado,
todo estaba listo.
Se reunieron en la casa de Manuel, era el del carro, subieron sus
guitarras y el bandolón, en el caso de Joaquín, se burlaron del
enamorado y salieron rumbo a la casa de María.
Eran las 10 de la noche cuando se estacionaron en la casa de enfrente
y bajaron del coche. Joaquín estaba muy nervioso, volteó hacia el
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