Page 22 - Cuatro tres historias de amor
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difícil ocultarlos al usar las mallas acostumbradas en sus clases de
            baile. Sintiéndose segura y emocionada por la compañía, quiso hacer
            nuevamente la prueba. Luis se emocionó y le ofreció su ayuda, pero,
            ahora no la aceptó, pues deseaba impresionar a su amigo con sus
            habilidades de flexibilidad y coordinación aprendidas en el baile,
            creyó que le servirían en este caso.


            Entonces, regresaron al lugar donde inició su primer recorrido,
            se acomodó en la patineta, tomando de la mano a Luis y,
            sorprendentemente, pudo hacerla avanzar ella sola con un impulso
            de su pie; logró mantener el equilibrio durante el corto trayecto hasta
            el pequeño montículo, pero al topar las ruedas con la saliente en el
            suelo, Carolina no pudo mantener el equilibrio y, para evitar caer,
            saltó de la patineta cayendo de pie, pero el impulso era más fuerte
            de lo planeado, provocando que su tobillo izquierdo se doblara y
            terminara tirada en el suelo. Inmediatamente trató de levantarse,
            con la esperanza de que nadie se diera cuenta, pero un dolor intenso
            en el tobillo se lo impidió, en ese momento llegó Luis y le ayudó
            a ponerse de pie, pero se dio cuenta que cada vez que apoyaba su
            pie izquierdo, el dolor regresaba. Estoy en problemas, fue el primer
            pensamiento de la chica.


            Efectivamente, se metió en problemas: Luis al darse cuenta que
            Caro  no  podía  caminar, tuvo  que  hablarle  a  su  madre  para  que
            fuera a recogerlos y llevarlos de regreso a la academia de baile; ahí
            esperaron hasta la hora de salida de las clases, momento en el cual los
            padres de la chica aparecieron para llevarla de inmediato al médico,
            diagnosticando un esguince de tobillo, el cual podía ser cuidado en
            casa con reposo y desinflamatorios, pero dejaría de bailar por un
            tiempo, por lo tanto, se perdería la presentación de final de cursos
            en la escuela de baile. Además, sus padres la castigaron limitándole
            el uso del celular y la computadora.


            Escenario desolador, tal vez, pero Luis siempre la acompañó en todo
            momento, y mientras estuvo en reposo en casa, la visitó en varias




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