Page 77 - Empatizando. Relatos para jóvenes
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Ahora lo ves, ahora no lo ves
No sé porqué lo hago, sólo sé que es un impulso que no puedo
evitar. Me lo he preguntado millones de veces, creo que soy una
persona normal y estable. La primera vez que robé en una tienda
fue a los siete años, tomé un dulce, lo vi y luego lo metí a mi bolsa
del pantalón, sabía que estaba mal, pero no me pude resistir. Mi
padre se dio cuenta y me hizo regresar a la tienda para devolverlo,
me regañó severamente.
Así es como recuerdo que inició todo, luego cuando iba a las casas
de mis primos siempre tomaba algún juguete pequeño que me
gustara y lo llevaba conmigo, cuando regresaba de la escuela casi
siempre me llevaba un lápiz, una pluma o un sacapuntas que no eran
los míos, lo mismo sucedía en la tienda de la escuela, en el centro
comercial, en alguna fiesta, casi siempre me llevé algo conmigo.
Cuando iba a la secundaria empecé a desarrollar una ansiedad
o tensión rara, hasta picazón en el cuerpo llegué a sentir porque
quería tomar algo, lo que fuera. Me metía en tiendas y tomaba alguna
revista, me tomaba algún refresco y salía bastante aliviada; así era
al principio, cuando tenía esa ansiedad. Cada vez se repetían más
estas situaciones, hasta que una vez me agarró la policía y llevé un
gran susto, les avisaron a mis padres y eso fue un drama en mi casa.
Sé que me llevo cosas y mis amigas me molestan con eso, hasta me
han llegado a retar cuando vamos a las tiendas: —A qué no te robas
esta revista, a qué no te robas aquello, y yo, muy obediente siempre
saco lo que ellas me dicen, es muy emocionante. Lo que es cierto
es que no me robo cosas que pudieran meterme en problemas,
no soy tan tonta. Tomo golosinas, pequeños adornos de bisutería,
cosméticos o alguna crema barata.
Si tú entras a mi cuarto, yo te podría enseñar varias cosas de casa
de mis amigos. De una amiga tengo un disco de Audioslave, de un
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