Page 136 - Preludio los días de mi juventud
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La semana siguiente, después de hablar con el director de la escuela,
apareció el bolillo en nuestro plato a la hora de la comida, la petición
al aumento del presupuesto de raciones llegó a nivel nacional, porque
las 27 normales rurales del país hicieron las mismas peticiones, la
SEP recibió el pliego petitorio por intervención de la FECSM, y
logramos el aumento.
En el ámbito nacional, la política estudiantil se impregnaba de la
ideología socialista, desde Rusia llegaba propaganda a las escuelas
de nivel superior y las normales rurales no eran la excepción.
La Sociedad de Alumnos de Roque tenía su Comité de Orientación
Política e Ideológica (COPI), se encargaba de recibir y analizar
la propaganda que llegaba, programaba cursos de orientación
política y proponía en las asambleas generales a compañeros que se
desempeñarían en otros niveles de la política estudiantil.
Nos invadió la modernidad y empezamos a estudiar marxismo–
leninismo, el estudio se hacía por las noches, de manera clandestina,
en los dormitorios asistían a capacitarnos personas que nunca
habíamos visto; traían libros de materialismo dialéctico e histórico,
el Manifiesto Comunista de Carlos Marx y mucha bibliografía
relacionada con la teoría revolucionaria.
Esas personas nos hablaban de un movimiento en gestación, nos
decían que todo estaba organizado para que México pasara del
sistema capitalista al socialista como Cuba en América y la URSS en
Europa.
Cuatro años después, comprendí que se trataba del movimiento de
la masacre del 2 de octubre de 1968.
Para comprender la teoría marxista-leninista, y ponerla en práctica,
había que entender la lucha de clases y el proletariado, la dialéctica
y la ley de los contrarios.
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