Page 17 - Preludio los días de mi juventud

Capítulo II
Anhelo de ser estudiante

Nuestro personaje, se desarrolla en un ambiente campirano.
Desde sus primeros pasos tuvo contacto con la naturaleza, gozó
de las frondosas sombras de los árboles, las rebosantes aguas de
arroyos, ríos, lagunas y el oleaje del Océano Pacífico, donde llegan
los límites del municipio de Copala. Estos escenarios favorecieron,
en gran manera, la formación de su carácter y de su temperamento.
Ver el amanecer de cada día, observar lo verde de las plantas, llanos,
montes y toda la floresta con la cual se viste de multicolores el campo;
así como las aves canoras y los animales de diferentes especies, en
un mundo de libertad, fueron el preludio para nutrir su alma, su
cuerpo físico y su conciencia, se fueron acrisolando de acuerdo a
las etapas de un desarrollo normal de las facultades humanas; poco
a poco fue adquiriendo el conocimiento del entorno donde se estaba
desarrollando, la conciencia, la sinceridad y un comportamiento sin
malicia, fueron las virtudes que puso en práctica en el momento
de hablar con las personas de manera sencilla, franca y con mucho
respeto, lo que le favoreció para ganarse la estimación y la aceptación
de quienes lo conocían.

La etapa lúdica con niños de su edad, favoreció su desarrollo mental,
social, físico y emocional sin inhibiciones; en pocas palabras, puso
en práctica sus cinco sentidos, al participar con otros niños en los
clásicos juegos de canicas, trompos, cocoles, las escondidas, hasta
las famosas luchas y porrazos en la arena y el agua a la orilla del río.

Vivir con sus padres en el campo, le permitió realizar labores
propias de los hijos de campesinos. Actividades como dar agua y
alimento a los animales domésticos que crían las personas que viven
y trabajan en el campo; además de estas actividades, conoció las
distintas especies de plantas propias de la Región de la Costa Chica
de Guerrero.

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