Page 22 - Preludio los días de mi juventud
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que hubo una explosión en el Sol y al paso de millones de años, esas
            partículas se enfriaron y dieron forma al Sistema Planetario Solar,
            perteneciente a la Vía Láctea; con el tiempo y con los conocimientos
            ya adquiridos, entendí que el nombre de esa ciencia era astronomía,
            y los que la estudiaban se llamaban astrónomos.


            En 1957,  tuve noticias  de un internado en Xocoyucan, Tlaxcala,
            una  escuela vocacional de agricultura, donde recibían alumnos
            de procedencia campesina de 5   grado de primaria,  a través  de
                                               to
            un riguroso examen de admisión;  en esa  escuela,  al  terminar  la
            secundaria habían dos opciones, quedarse con el oficio de perito
            agrícola o ir a presentar el examen de admisión en la Escuela Nacional
            de Agricultura en Chapingo, Estado de México, y estudiar la carrera
            de ingeniero agrónomo.


            Tanto en la escuela de Xocoyucan, Tlaxcala, como en la de Chapingo,
            había estudiantes de Copala, a quienes les decían colegiantes; en ese
            año no había primaria completa en mi pueblo natal.

            En cierta ocasión, platiqué con unos jóvenes que jugaban pelota en la
            cancha de básquetbol, les pregunté cuál era su trabajo, me contestaron,
            somos estudiantes, aquí en el pueblo nos dicen colegiantes y estamos
            de vacaciones…, después de recibir de ellos la información suficiente
            sobre la documentación oficial que se requería para presentar el
            examen de admisión y ser aceptado como estudiante de esa escuela,
            les agradecí y me despedí de ellos cortésmente.


            Motivado por la plática con los estudiantes copaltecos, de regreso
            en casa, empecé a contarle a mi mamá sobre el diálogo con esos
            colegiantes. No conforme con la información recibida, busqué con
            entusiasmo la asesoría de los estudiantes de mi barrio, quienes me
            hablaron con solidez y claridad, dijeron: si es que de verdad quieres
            convertirte en estudiante, ésta es tu oportunidad, prepárate tanto en
            conocimientos como con dinero; con la información obtenida, tomé
            la decisión de plantearle a mis padres el deseo de salir de Copala
            para ir a estudiar a Tlaxcala.




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